Ashtanga: nuestra definición

Habrás escuchado que el Ashtanga sirve para: ‘abrir el pecho’, ‘estirar isquios’, a ‘liberar traumas’, a ‘curar heridas’, a ‘hacer la vertical’, ‘sanarnos’, bla-bla-bla, fuerza, stamina, claridad mental, bajar de peso, juventud, bla-bla-bla.


Yo creí en todo esto, y mucho más. Era joven. No estaba trabajado por el peso de la edad ni la experiencia.


Las definiciones limitan. Encasillan. Atrofian la búsqueda. Las necesitamos para arrancar.
Después necesitamos olvidarlas. Y experimentar conscientemente.
Lo que el Ashtanga Vinyasa significa ha cambiado mucho en nuestro lugar, el Centro de Ashtanga Yoga, desde que comenzamos en abril de 2002. ¿Porque? Porque al vivir la experiencia con ojos bien abiertos, cambiamos. Es importantísimo lo que el profesor, el guía, intenta. Su visión personal, su búsqueda. Que es lo que internamente quiere. Hay algo ahí que tiñe todo. Limita o libera.

Cuando empecé esta práctica, en los años 90, no había información. Era todo secreto y escondido. La información que existe hoy es prodigiosa. Podes tomarte un par de años y leer todo, que posiblemente sea una copia de teorías leídas al pasar, o cuestiones vividas solo con la mente y que se van asentando como verdades bíblicas.

Acá en el Centro usamos esta práctica como ‘un medio para’, nunca como un fin. Aunque cuando empecé a darla, en los 90, pensaba ingenuamente, que era un fin en sí mismo.

Esta secuencia, la ‘Serie’ se presta para observar sus efectos. Los movimientos, o sea lo que se crea hacia afuera no deberían tener la trascendencia religiosa que tiene. Nada nos dice una postura admirablemente contorsionista. No se entiende ese millón de visitas en Instagram de esa postura valuada como el platino.
La serie es sencillamente un medio para, por ejemplo, entrar en un estado de silencio interior, donde puedo recogerme y simplemente ser, o intentarlo. Suspender mi Yo habitual. Descubrir esa parte silenciosa dentro nuestro, dentro del movimiento. Junto con muchos otros practicantes que están ahí ayudando con su intento.
Intentar acercarse con otro espíritu, no el de ‘que voy a ganar’ con esto. Sino el de observar todo lo que voy a perder…

Quizá todavía no esté muy claro, esta nota será reescrita las veces necesarias para acercarnos un poco más.

Ricardo V. Filomena
Director Centro de Ashtanga Yoga

Necesitas ayuda?